Rejas y tamices de desbaste

Las rejas consisten, simplemente, en barras paralelas que se anteponen al flujo, con separación uniforme entre ellas, mientras que los tamices están constituidos por placas perforadas, o mallas metálicas de sección uniforme.
El objetivo principal de esta tecnología es quitarle al agua residual los gruesos que transporta antes de que esta ente al sistema de depuración, evitando problemas de obstrucciones, colmataciones, etc.

Esquema de reja de desbaste
Las rejas presentan una mayor luz de paso que los tamices y se clasifican, según el tamaño de paso entre barrotes, en (CEDEX, 2007a):
Fotografía de reja de desbaste
a) Rejas de gruesos: el paso libre entre los barrotes es de 20 a 60 mm (valor normal entre 20 y 30 mm). 
b) Rejas de finos: el paso libre entre los barrotes es de 6 a 12 mm (valor normal 10 mm).
 En función de cómo se realice su limpieza, las rejas de desbaste se clasifican en:
Fotografía de tamiz, Tecmoncade

- Rejas de limpieza manual: van equipadas con un cestillo perforado para acumular los sólidos que son retirados de las rejas mediante el empleo de un rastrillo. El cestillo permite el escurrimiento al canal de desbaste del exceso de agua, de modo que cuando se retiran los residuos, para su disposición final, la cantidad de agua en ellos sea la mínima posible. 

 
- Rejas de limpieza automática: incorporan un peine rascador que, periódicamente y de manera automática, limpia la reja. Este peine puede activarse mediante temporizador, al superarse cierto valor establecido de pérdida de carga, o mediante un sistema combinado de temporización y pérdida de carga.

En el caso de rejas manuales, los residuos se descargan directamente en una cesta que se vacía manualmente en un contenedor; en el caso de rejas de limpieza automática, los residuos se suelen descargar a una cinta o tornillo transportador, para su envío a un contenedor.